Terapia sexual

Terapia adultos

Los motivos que nos llevan a acudir al psicólogo son tan variados como las personas demandan atención psicológica, pero lo que todos tienen en común es cierto grado de malestar.

 

A veces tenemos localizado a la perfección lo que nos sucede, cual es la fuente de nuestro dolor  emocional  y otras en cambio, sabemos que no nos encontramos bien, pero no sabemos el porqué. Tanto si estás en una u otra situación no renuncies a encontrar tu bienestar. La terapia nos ayuda a tomar consciencia y a entender el porqué de nuestro malestar, algo esencial para que se pueda producir un cambio.

Los problemas que trabajamos en consulta con mayor frecuencia son:

 

• Problemas emocionales: depresión, distimia, apatía, euforia.

• Problemas de ansiedad: miedos, fobias, obsesiones, pensamientos negativos.

• Problemas relacionales

• Problemas de adicciones y control de impulsos

• Problemas de alimentación

• Problemas relacionados con el trauma

• Problemas de la infancia y el apego

• Problemas sexuales, etc.

Terapia adolescentes

La adolescencia es una etapa de cambio vital dónde podemos sentirnos perdidos y adoptar comportamientos que más que ayudarnos nos perjudican.  El objetivo de la terapia es la mejora tanto de los problemas que presente el menor cómo del sistema familiar.  Por ello, un aspecto importante es el contacto con los padres, proporcionándoles información y resolviendo sus dudas.

Los problemas que trabajamos en consulta con mayor frecuencia son:

 

• Problemas emocionales

• Problemas en habilidades sociales

• Problemas relacionales

• Problemas de la conducta

• Trastornos de la conducta alimentaria, etc

Terapia parejas

La terapia de pareja, últimamente, está siendo bastante demandada. A diferencia de la terapia individual, el foco no está en la persona, sino en la relación.


Para poder llevar a cabo la terapia es imprescindible que los 2 miembros de la pareja vengan a sesión. Normalmente, uno de los dos es el que da la voz de alarma y el otro se deja llevar. Mi función es reconducir, reelaborar esa queja con la que se viene para poder llegar a la raíz y aprender a solucionarlo con el otro. Además, se mandarán tareas para casa que ayudarán a fortalecer aspectos de la pareja que se habían ido deteriorando como la empatía, la comunicación o la intimidad.

Los motivos de consulta más frecuentes son:

 

Discusiones permanentes

Falta de comunicación

• Problemas en las relaciones íntimas

Dificultades ante el nacimiento de los hijos

Infidelidades

Celos

 

En definitiva, a cualquier circunstancia que esté deteriorando la pareja es importante prestarle atención.

Terapia sexual

La sexualidad es una dimensión bio-psico-social, es decir, intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales.

 

Es un concepto dinámico: nuestra sexualidad va cambiando a lo largo de las etapas de nuestra vida; y es única y diferente a la del resto.

 

El sexo forma parte de la sexualidad, pero no toda nuestra sexualidad es sexo, esto es algo que solemos confundir.

La terapia sexual trabaja desde este concepto y abarca desde orientación/educación para mejorar tu sexualidad hasta cualquier tipo de problema sexual que pueda presentarse, ya sea en pareja  o/y  de forma individual. Entre estos problemas nos encontramos: 

 

falta de deseo

dolor durante la penetración

vaginismo

anorgasmia

• dificultad para llegar al orgasmo

disfunción eréctil

• insatisfacción con el control de la eyaculación, etc.

Trauma y EMDR

La palabra trauma proviene del griego y significa herida. Es el resultado de la exposición a un acontecimiento estresante inevitable que sobrepasa los mecanismos de afrontamiento de la persona.


Cuando hablamos de trauma muchas veces nos imaginamos un suceso altamente peligroso, donde nuestra vida o/y  la de un tercero corren peligro: guerras, desastres naturales, violaciones, etc,. Pero hay un tipo de trauma, que tiene mucha prevalencia, donde nuestra vida no corre peligro como tal, pero es igual de impactante en nuestro sistema, y es el causado por: humillaciones, desprecios, desvalorizaciones, pérdidas,  inversión de roles, abandono, acoso, ciertos estilos apego, etc.


Lo vivido como traumático dificulta la integración del pasado en el presente, haciendo que nos comportemos como si estuviéramos en el pasado y actuando de manera desproporcionada a la situación actual. Ese hecho traumático se ha quedado “congelado” en nuestra memoria y cada vez que en el presente haya un estímulo que nos recuerde a ese hecho vamos a reaccionar como si reviviéramos aquel acontecimiento.

La intervención en trauma consiste en poder integrar ese recuerdo o esos recuerdos en nuestra red de memoria. Existen diversos métodos y técnicas para trabajar el trauma, pero uno que actualmente es considerado por la Organización Mundial de la Salud como terapia de primera elección para el Trastorno de Estrés Postraumático es el EMDR, cuyas siglas en español significan Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares (Eyes Movement Desensitization and Reprocessing). Según este modelo, es el recuerdo de esas experiencias traumáticas lo que hace que en el presente tengamos malestar, estrés u otra sintomatología, por lo que es ese recuerdo el elemento central de la terapia.

 

El trabajo con EMDR permite estimular la capacidad de procesar la experiencia traumática en todos sus aspectos (imágenes, creencias, emociones y sensaciones corporales). A través de procedimientos estructurados accedemos a todos estos aspectos, mientras que de forma simultánea se aplica estimulación bilateral a través de movimientos oculares u otras formas de estimulación dual.

 

Gracias a esta estimulación nuestros dos hemisferios se sincronizan y de forma natural nuestro recuerdo es reprocesado e integrado, desapareciendo así  la sintomatología.

Pide cita en Isabel de Luis en España somos especialistas en psicología para adultos y parejas

Contactar